El verdadero costo de no impermeabilizar a tiempo una cubierta.
En muchas edificaciones, la impermeabilización de la cubierta no se considera una prioridad hasta que aparece una filtración. Es comprensible: si no hay señales visibles de daño, es fácil pensar que todo está bien. Sin embargo, postergar una revisión o intervención preventiva puede terminar costando mucho más, tanto en dinero como en operación.
¿Por qué es un problema esperar a que aparezca la filtración?
Cuando el agua comienza a ingresar a través de una cubierta dañada, el problema ya no se limita solo a la impermeabilización. La humedad puede afectar distintos sistemas y materiales:
Cielos falsos y revestimientos interiores
Aislación térmica y acústica
Equipos eléctricos y ductos de ventilación
Mobiliario, infraestructura TI o incluso maquinaria (en casos industriales)
Además, en instalaciones comerciales, industriales o de servicios, una filtración puede llevar a suspender actividades, generar riesgos para el personal, o afectar el servicio a clientes y usuarios. Todo eso tiene un costo asociado que muchas veces no se anticipa.
Reaccionar de emergencia cuesta más
Cuando hay una filtración activa, todo se vuelve urgente: no hay tiempo para cotizar con calma, ni evaluar distintas soluciones. Las reparaciones se hacen rápido, a veces con lo que hay disponible, y sin poder planificar adecuadamente. Esto aumenta los costos y puede comprometer la durabilidad de la solución aplicada.
Por otro lado, cuando la impermeabilización se gestiona de forma preventiva —idealmente dentro de un plan de mantenimiento anual— es posible evaluar alternativas, planificar la intervención en un momento conveniente y reducir significativamente el impacto operativo y económico.
Impermeabilizar a tiempo es una inversión, no un gasto
En Kactus vemos constantemente este patrón: una impermeabilización bien hecha, en el momento adecuado, evita problemas mayores y protege los activos del edificio por años. Por eso siempre recomendamos realizar revisiones periódicas, sobre todo después del invierno o antes de la temporada de lluvias.
Una cubierta bien mantenida no solo evita filtraciones: también prolonga la vida útil del inmueble, mejora el confort térmico y evita gastos imprevistos.
¿Cuándo fue la última vez que revisaron la cubierta de su edificio o proyecto?
Si necesitas una evaluación técnica o estás planificando un mantenimiento preventivo, en Kactus te podemos ayudar. Contáctanos para agendar una visita sin compromiso.